26 julio 2024

Reflexión 2856

Vivencias 

Son las que nos van esculpiendo nuestro ser, nuestro existir.

En esta etapa de mi vida, ya jubilado, he tenido la vivencia de ser un amo de casa.

Adentrandome en el rol... aprendí a lidiar con los quehaceres de la casa: cocinar, limpiar, lavar, planchar, hacer mercado y más.

¿Qué he aprendido?

A entender, comprender a las esposas en su lidiar casero y más fuerte si hay hijos.

Es una tarea titánica, de siempre estar haciendo, haciendo... desde que amanece hasta que anochece, todos los días.

No tienen tiempo para aburrirse, están siempre ocupadas y peor si tienen que trabajar afuera.

Les toca hacer del tiempo una elástica... para que les rinda en su quehacer.

Los hombres o esposos poco valoran ese gran esfuerzo hacen sus esposas pues siempre están en la calle en su trabajo "extenuante". Ni se imaginan el trabajo extenuante hace su esposa.

Como todo... nadie sabe de algo hasta que lo hace.

Si Ud no hace lo que otro hace, no opine. Al hacerlo ofende.

Me ha tocado deshierbar un pequeño terreno, podar matas, no es fácil. Ahí entendí a los jardineros.

Me ha tocado cambiar una llave de riego, una llave de fregadero y más. Ahí entendí a los plomeros.

Me ha tocado pegar cerámica. Ahí entendí a un albañil.

Me ha tocado pintar paredes, rejas. Ahí entendí a los pintores.

Me ha tocado reparar un horno electrico, cambiar un capacitor de un compresor de AA. Ahí entendí a quienes reparan artefactos.

Me ha tocado cambiar un tomacorriente, interruptor de luz. Ahí entendí a los electricistas.

Cada oficio requiere conocimiento y haber aprendido haciendo.

Valmore Vivas

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