¿Qué hay entre el dicho y el hecho?
Simple, un gran abismo.
La mayoría de las personas tienen muchos sueños, deseos pero todos se les van desvaneciendo en el tiempo.
A ninguno se empeñan con voluntad, dedicación, constancia, perseverancia.
Brincan como la rana de rama en rama... siempre creyendo la próxima es mejor. Nunca encontrará la rama adecuada... siempre a cada una le encontrará un defecto. No hay rama perfecta, simple.
El enamorado platónico... mil sueños tiene con la mujer idolatra. Sueña despierto, sueña dormido. Nunca se atreve a conquistar a la mujer. Simple, el temor, miedo, timidez lo frena.
El joven estudiante admira al profesional... como él un día quiere ser. ¿Qué debe hacer? Simple, dedicarse a ir escalando en sus estudios.
El empleado admira al dueño de la empresa... quisiera ser como él. ¿Hurgará como el dueño lo logró? ¿Estará dispuesto a trabajar tan duro como él lo hizo, hace? El dinero del cielo no cae. Se requiere visión, talento, esfuerzo, dedicación.
Muy pocos son los que logran construir la garrocha que les permitirá saltar el gran abismo separa el dicho del hecho.
Valmore Vivas
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