Meditar
Sobre el existir propio... la mayoría lo evade... súper ocupándose.
Es una forma de no enrollarse su existir, solo dedicarse a vivirlo tal cual se le vaya presentando y en él ocuparse, distraerse... cumpliendo su faena diaria hasta agotarse e ir a dormir.
Un campesino eso es lo que hace. Se levanta al amanecer, se dirige a su huerta todo el día hasta el anochecer. Cansado, el cuerpo le pide descanso, dormir. Eso hace. Así todos los días de su vida hasta morir.
El citadino igual lo hace, solo que sus ocupaciones son más diversas.
Desconectado de su existir propio vaga la vida sobre las nubes, lo superficial, banal. Cuando eso no lo llena busca ahondarse más en lo onírico consumiendo drogas, creencias, ideologías al nivel de adicto que termina con su vivir dirigido, manipulado por otros. Deja de ser él.
Valmore Vivas