El negocio
Tengo que abrirlo al público... grita el viejo postrado en cama por un ACV le dió.
Toda su vida... de lunes a lunes... de sol a sol... el negocio el viejo, ya hoy, abría.
Por él daba su vida y su vida dió cuando en un arrebatón de rabia le dió un ACV que le paralizó casi todo el cuerpo y a la Muerte la acercó más a él.
Tanto que le temía y solo, sin querer, la atrajo. Ella feliz. Él asustado.
Tanto que trabajó. Tanto que dejó de disfrutar la vida. Tanto que acumuló.
Postrado en la cama, siente por no abrir el negocio... sus clientes no lo extrañan. Siente no era imprescindible. Otros negocios llenan el vacío deja.
La riqueza acumulada nada puede hacer por recuperar su salud... postrado morirá en cualquier momento.
Nada de lo acumulado se llevará. Todo lo dejará a otros que en un santiamén derrocharán la fortuna para darse los gustos él se privó.
Quiere llorar. No puede. Con tanta inclemencia derrochada en la acumulación de la fortuna... su saco de lágrimas seco.
Nada puede hacer. La Muerte lo mira sonriente y le dice:
- Cuando tú quieras te llevo. No lo demores mucho. Más penosa será tu partida de la VIDA no disfrutastes. Nunca más se te dará.
Valmore Vivas
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