El vellocinio de oro
Era el premio que le decían a los aventureros que encontrarían en el Nuevo Continente: América para animarlos a sarpar para colonizarlo.
Súper animados a volverse ricos sarpaban.
Llegados al Continente se encontraron con tierras salvajes, inhóspitas... pero la ilusión de conseguir el vellocinio los animaba a penetranse en las profundidades salvajes.
Muchos perecieron ante las adversidades encontraban... los que iban sobreviviendo los alentaba la búsqueda del volverse ricos.
Nunca lo encontraron... pero la esperanza a encontrarlo les daba aliento de vivir hasta lo último su cuerpo aguantará o lo selvático los engullera.
Moraleja
En el canodromo la presa corriendo delante de los perros los alienta a correr y nunca parar.
El sediento en el desierto a lo lejos ve un lago de agua. A él corre con desespero. Al llegar al lago entre sus manos se desvanece hecho arena. Sin esa ilusión no hubiese tenido el aliento, fuerza de correr.
Valmore Vivas
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