Mi amigo imaginario
De niño... muchos se lo inventan. Solo él lo ve. Solo él conversa con él. Solo él lo siente.
Es su acompañante en su soledad, a donde él va.
Poco a poco... a medida el niño se va haciendo adolescente... su amigo imaginario lo va dejando a su libre actuar, acompañar. Ya empieza a hacer amigos reales con quién compartir.
El Sistema aprovechando esa vivencia del niño de crearse un amigo imaginario... y a sabiendas al ir creciendo lo abandonará... le empieza a inculcar desde su niñez a través de la Religión un amigo imaginario para que quizás toda su vida, existir lo acompañe. A ese amigo imaginario lo nombra Dios y sus derivados.
El niño fue capaz de desprenderse de su amigo imaginario para sustituirlo por amigos reales. El adulto ya inoculado desde su niñez del amigo imaginario sustituirlo mucho le cuesta sacarselo de él... el cual termina dominando su actuar, su existir. Sin él se siente vacio, huérfano, desprotegido... sin asidero donde sujetarse... depositar sus esperanzas, ansias, aflicciones. Cuan vicioso no puede existir sin su porción de droga.
Valmore Vivas
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