Reflexión 713
El peón boquiabierto
Desde su choza contempla la mansión donde vive su amo... y sueña un día tener una igual.
Pobre iluso... su ignorancia... no le permite comprender su modo de vida heredado de sus ancestros.
Para su amo poder vivir en su mansión requiere del sudor de su trabajo... de sol a sol... del peón, su mujer, hijos, compañeros habitan en las chozas ubicadas lejos de la mansión.
Su destino de vida es siempre ser un peón sometido, pobre, ignorante, trabajador apenas ganando para no morirse de hambre y mantener su fortaleza juvenil. Perdida su fortaleza... pasa a ser un desecho dentro del feudo. Lo mejor que puede terminar de servir a su amo es morirse.
Pero el peón... en su poco tiempo de descanso... sueña un día vivir como su amo. Su oscuridad mental no logra visualizar porque su amo vive como vive.
Mientras, el peón boquiabierto siempre sueña y admira cuan Dios a su amo. Siempre desde lejos lo mira cuando por ahí se asoma y se deja ver. Convida a su mujer e hijos para que lo miren, admiren, veneren.
El amo ni pendiente de los boquiabiertos lo admiran... él solo sumido en su mundo de crear riqueza para su bienestar de vida... mira los libros de cuentas y cuenta cuantos peones a su servicio tiene, cuantas crías se están levantado y donde a futuro las pondrá a producir.
El peón boquiabierto no sabe que él para el amo no es humano sino un animal mas domesticado... útil en lo que hace por un tiempo determinado.
Dentro del feudo el amo siempre luchará por tener a su servicio a sus peones... cueste lo que cueste... es su vida, su modo de vida que se juega y no está dispuesto a perderlo sin combatir. Los peones, les guste o no, siempre vivirán de sueños de ser amo. Quien logre medio salir... seguro el amo... a garrotazos le caerá... para desaparecerlo o regresarlo a su condición de vida o peor.
Feudo es feudo... dentro de él... rigen las normas establecidas por el amo sin derecho a protesta por peones. El amo es dueño, señor y Dios.
Valmore Vivas
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