Reflexión 181
El horizonte...
no visualiza nada.
En medio del océano el navegante en su alrededor... nada vislumbra... solo agua por doquier bajo el cielo claro, oscuro.
No se inquieta.
La brújula marca el sentido hacia el puerto debe llegar.
Paciencia y nunca parar... para llegar a donde debe llegar.
¿Y si el puerto de llegada es tragado por el oceano... entonces?
Valmore Vivas
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