El atuendo no hace al monje.
El atuendo en el monje es solo ropaje que no hace su formación espiritual y sabia.
El hombre es el cultivo de su pensar no lo que aparenta ser.
Quien aparenta es cuan cascarón vacío... frágil, quebradizo, débil... a todo teme... pues la brisa más leve lo puede romper, fracturar... ante ello asume actitudes defensivas, violentas, agresivas... no tiene capacidad de diálogo, raciocinio, debate de ideas.
Su fuerza es imponerse agresivamente... atropellando a quien se le oponga.
A la diversidad le teme... pues en ella encuentra otra forma de convivir... no la suya.
La diversidad es la punta del alfiler que le puede explotar su burbuja de aire, donde se enclaustra.
AMOR, GRATITUD, ALEGRÍA
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