23 septiembre 2010

Ayer soñé que podía y hoy puedo. De Facundo Cabral

Como los budistas, sé que la palabra no es el hecho,si digo manzana no
es la maravilla innombrable que enamora el verano,si digo árbol apenas
me acerco a lo que saben las aves, el caballo siempre fue y será lo
que es sin saber que así lo nombro.

Sé que la palabra no es el hecho,pero sí que un día mi padre bajó de
la montaña y dijo unas palabra sal oído de mi madre, y la incendió de
tal manera que hasta aquí he llegado yo, continuando el poema que mi
padre comenzó con algunas palabras.

Nacemos para encontrarnos (la vida es el arte del encuentro)
encontrarnos para confirmar que la humanidad es una sola familia y que
habitamos un país llamado Tierra. Somos hijos del amor, por lo tanto
nacemos para la felicidad (fuera de la felicidad son todos
pretextos),y debemos ser felices también por nuestros hijos, porque no
hay nada mejor que recordar padres felices.

Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la Tierra es tan corto,
que sufrir es una pérdida de tiempo. Además, el universo siempre está
dispuesto a complacernos, por eso estamos rodeados de buenas
noticias..

Cada mañana es una buena noticia, cada niño que nace es una buena
noticia, cada cantor es una buena noticia porque cada cantor es un
soldado menos, por eso hay que cuidarse del que no canta porque algo
esconde.

Eso lo aprendí de mi madre que fue la primera buena noticia que
conocí. Se llamaba Sara y nunca pudo ser inteligente porque cada vez
que estaba por aprender algo llegaba la felicidad y la distraía, nunca
usó agenda porque sólo hacía lo que amaba, y eso se lo recordaba el
corazón. Se dedicó a vivir y no le quedaba tiempo para hacer otra
cosa. De mi madre también aprendí que nunca es tarde, que siempre se
puede empezar de nuevo, ahora mismo le puedes decir basta a la mujer
que ya no amas, al trabajo que odias, a las cosas que te encadenan a
la tarjeta de crédito, a los noticieros que te envenenan desde la
mañana, a los que quieren dirigir tu vida, ahora mismo le puedes decir
basta al miedo que heredaste, porque la vida es aquí y ahora mismo.

Me he transformado en un hombre libre (como debe ser), es decir que mi
vida se ha transformado en una fiesta que vivo, en todo el mundo,
desde la austeridad del frío patagónico a la lujuria del Caribe, desde
la lúcida locura de Manhattanal misterio que enriquece a la India,
donde la Madre Teresa sabe que debemos dar hasta que duela.

Caminando comprobé que nos vamos encontrando con el otro, lenta,
misteriosa, sensualmente, porque lo que teje esta red revolucionaria
es la poesía. Ella nos lleva de la mano y debajo de la luna hasta los
últimos rincones del mundo donde nos espera el compinche, uno más, el
que continúa la línea que será un círculo que abarcará el planeta.

Esta es la revolución fundamental, el revolucionarse constantemente
para armonizar con la vida, que es cambio permanente, por eso nos
vamos encontrando fatalmente para iluminar cada rincón.

Que nada te distraiga de ti mismo, debes estar atento porque todavía
no gozaste la más grande alegría ni sufriste el más grande dolor.

Vacía la copa cada noche para que Dios te la llene de agua nueva en el
nuevo día.

Vive de instante en instante porque eso es la vida. Me costó 57 años
llegar hasta aquí, cómo no gozar y respetar este momento?

Se gana y se pierde, se sube y se baja, se nace y se muere. Y si la
historia es tan simple, porqué te preocupas tanto? No te sientas
aparte y olvidado, todos somos la sal de la Tierra. En la tranquilidad
hay salud, como plenitud dentro de uno.

Perdónate, acéptate, reconócete y ámate, recuerda que tienes que vivir
contigo mismo por la eternidad, borra el pasado para no repetirlo,
para no abandonarte como tu padre, para no desanimarte como tu madre,
para no tratarte como te trataron ellos, pero no los culpes porque
nadie puede enseñar lo que no sabe, perdónalos y te liberarás de esas
cadenas.

Si estás atento al presente, el pasado no te distraerá, entonces serás
siempre nuevo.

Tienes el poder para ser libre en este mismo momento, el poder está
siempre en el presente porque toda la vida está en cada instante, pero
no digas no puedo ni en broma porque el inconsciente no tiene sentido
de humor, lo tomará en serio y te lo recordará cada vez que lo
intentes.

Si quieres recuperar la salud abandona la crítica, el resentimiento y
la culpa, responsables de nuestras enfermedades. Perdona a todos y
perdónate, no hay liberación más grande que el perdón, no hay nada
como vivir sin enemigos. Nada peor para la cabeza y por lo tanto para
el cuerpo, que el miedo, la culpa, el resentimiento y la crítica que
te hace juez (agotadora y vana tarea) y cómplice de lo que te
disgusta.

Culpar a los demás es no aceptar la responsabilidad de nuestra vida,
es distraerse de ella. El bien y el mal viven dentro tuyo, alimenta
más al bien para que sea el vencedor cada vez que tengan que
enfrentarse.

Lo que llamamos problemas son lecciones, por eso nada de lo que nos
sucede es en vano.

No te quejes, recuerda que naciste desnudo, entonces ese pantalón y
esa camisa que llevas ya son ganancia. Cuida el presente porque en él
vivirás el resto de tu vida. Libérate de la ansiedad, piensa que lo
que debe ser será, y sucederá naturalmente...


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Valmore Vivas
04166846906

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