Reflexión 1127
Odiar a otro
Quién lo hace es un envidioso, frustrado. Está pendiente de los demás, no de si mismo. No se quiere, valora, aprecia. Su vida trascurre montado en sus debilidades no en sus fortalezas.
Envidia del otro su talento, éxito, conocimiento, saber, sagacidad, habilidad, elocuencia, amigabilidad, dignidad, amor propio.
Anida frustración al querer ser como el otro y no poder, aspirar el puesto del otro y no lograrlo... simple... no es capaz de visualizar sus debilidades y fortalezas, su incapacidad, ineptitud para serlo.
La frustración le genera amargura, rabia, malignidad.
Quién odia a otro se manifiesta agresivo, atropellador, prepotente, soberbio... buscando opacar todo aquél que brilla más que él. Su iluminación, para él y los demás, debe ser la sombra donde está sumergido.
Quién odia es capaz de eliminar todo aquel que brille mas que él. Es un ser peligroso, maligno... aún mostrandose como un ser bondadoso.
Simple, quién odia no acepta otro sea virtuoso.
Valmore Vivas
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