Reflexión 1137
La indolencia
Es inoculada por los medios de difusión para que los pueblos, personas no condenen las crueldades humanas padecen muchos producidas por los malévolos imperan en la Orbe.
Malévolos llenos de codicia, avaricia material... que no les importa someter a pueblos: personas a la miseria, hambruna, delincuencia, drogadicción, prostitución... muerte.
Las personas: pueblos mientras las crueldades no las padezcan en carne propia... hacen vista gorda.
Aquí el cuento del ratón y la ratonera.
Un labriego en su casa de campo un día compró una ratonera.
El ratón... la vió. Lleno de pánico fue a avisarle a los otros animales convivian con él: la gallina, el cerdo y la vaca.
Todos se burlaron del ratón. Le decían: Ese es tu problema, no el nuestro.
El ratón les decía: Eso les puede afectar a uds también.
Todos se reían del ratón tembloroso de miedo.
El labriego instaló la ratonera en su casa. En la madrugada se oyó el ruido de la ratonera. La mujer lo oyó. Se paró a oscuras para ver. Al llegar a la ratonera... sintió una mordedura. Era una serpiente que había tropezado con la ratonera.
La serpiente huyó. La mujer quedó mordida. Empezó a enfermarse, cayó en cama. El labriego fue a buscar al doctor. El doctor la vió, le recetó unas medicinas. Le dijo: Dele consomé de gallina. Le ayudará.
El labriego fue al gallinero. Agarró la gallina. La mató.
La mujer seguía enferma, no curaba. Necesitaba dinero para pagar las consultas y las medicinas. Fue al cochinero, agarró al cochino, lo mató y vendió su carne.
La mujer murió. Había que pagar el entierro, urna, velatorio, atender a los vecinos vinieron a acompañarlo. Necesitaba dinero. Fue al corral, amarró la vaca y la llevó al matadero para venderla.
El ratón siguió vivo. La ratonera fue a parar al basurero.
Moraleja
La indolencia... tarde o temprano... te hará llorar cuando sea a ti que la crueldad de los malévolos la agarre contigo.
Valmore Vivas