El hombre en su culto al egoismo, individualismo hace del vivir un calvario en lugar de un paraiso.
Desea el paraíso, quizás lo pregona... pero cuando se le pide construirlo con amor a si mismo, a sus congeneres, a su entorno... el egoismo hace se traicione a si mismo en su actuar... abonando a su eterno calvario y no a su paraíso.
Asi el hombre vive su vida terrenal... rechazando la edificación de su buen vivir en armonia con su medio vinculante.
El hombre crea su propios muros que no le permiten vivir en dicha, placer, armonia, alegría.
Y acostumbrado a su calvario cuando se le presenta la dicha... no lo cree... y enseguida levanta los muros de su calvario... muros levantados por sus prejuicios, tabúes, dogmas, comportares que su entorno le ha inculcado y lo juzga.
Deja de permitirse vivir en dicha, gozo... pendiente de como otros lo juzgarán.
Deja de irradiar su aroma fresco, delicado, oloroso porque una vez a otro le repugnó.
La vida una es... y vivirla sentida es la emoción, la dicha ella brinda... no hacerlo es mutilar los momentos de gozo la vida nos da.
Todo en la vida son etapas... etapas, instantes que una vez idos... no volverán... jamás nunca.
Vive tus momentos de gozo cuando se te presenten... no permitas otros con su juzgar te lo mutilen... es tu gozo... otros no lo entenderan... otros quisieran estar en tu gozo... a otros igual no se le presentan tus instantes de gozo... instantes que cuan tren llegan, abre su compuerta invitandote a entrar y con él ir a disfrutar del paseo a recorrer. Un instante abre compuerta... poco dura para montarte o no. Es tu decisión. Pasado el instante... cierra la compuerta... para continuar el viaje con quiénes se decidieron a montarse a disfrutar la vida.
Saludos cordiales,
Valmore Vivas
Amor, Gratitud, Alegría
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