Vivimos buscando la aguja de la dicha en el pajal..,
revolcamos y revolcamos la paja de arriba abajo, de un lado a otro..,
desesperados..,
buscando la aguja.
Ella se ríe al ver nuestro desespero.., pues ella ve como cada uno con su actitud, con su aptitud mental lo que hace es no verla o quizás esconderla mas.
Y así muchos.., pero muchos.., hacen de su vida un total desespero buscando la aguja entre el pajal.
Aquellos que logran calmar, serenar su actuar.., quizás pueden encontrar la dicha.., incluso mientras esculcan dentro del pajal..,
y así serenos.., la dicha unida al pajal se les muestra.., los ilumina, los llena de gozo, alegría.
Cuando busques lo que te ha de llenar..,
ármate de mucha paciencia, tolerancia, calma..
para no desesperar..,
para no nublar tu vista a lo que quizás en tu nariz tienes y no ves..,
para quizás mientras buscas.., disfrutar de esos instantes de búsqueda.
Quien se impacienta.., turbia el agua del pozo para no ver la gema que en el fondo está, que le espera.
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