El amargo en el degustar no es agradable..,
pero girándolo al lado positivo nos permite apreciar el DULZOR cuando llega a nuestro paladar.
La vida presente hay que vivirla plena y si queremos recordar hagamos hábito que sean los recuerdos ALEGRES, GRATOS los que lleguen a nuestra mente para dulcificar más el presente.
No vale la pena entristecer nuestro presente trayendo recuerdos dolorosos, amargos o con lamentos de lo que pudo ser y no fue...
La vida UNA es, nos hace vivir momentos en cada espacio, en cada tiempo...,
ella nos exige avanzar obligados, no pararnos.
Parar es morir, no sentir, no emocionarnos.
20 febrero 2011
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