* En un feudo el amo vive en su mansión, los peones, esclavos en chozas, ranchos. El amo come manjares, los peones comen las sobras, las migas. El amo atesora el esfuerzo de muchos. Uno y muchos, ¿como es posible esto? La ley del sometimiento, la amenaza, la vejación, la tortura, la muerte a cualquier rebelde que ose sublevarse. Cipayos esbirros ejecutan el terror.
* Los ladrones dentro de la multitud gritan, señalan a otros para ellos no ser vistos.
* Las ratas se procrean ante la abundancia de basura que el humano echa en su entorno. Nace la peste, la muerte. ¿Son culpables las ratas?.
¿Qué genera la inseguridad, el delito?
Mil causas pueden existir, pero entre ellas la miseria, la impunidad son esenciales.
La MISERIA creada por el sistema mercantil, donde sin clemencia, sin dolor humano explota, somete a la mayoría a vivir en condiciones de sobrevivencia, es caldo de cultivo de la promiscuidad, de la drogadicción, de la prostitución, de esbirros matones. Esto aunado a la ignorancia, al hambre, al vivir en selva humana, a la insalubridad, a la no educación, a la incitación al delito, droga, prostitución por TV, cine son fermento de delincuencia masiva.
La IMPUNIDAD a élite y el rigor al Pueblo es motivo de malestar, reacción para propiciar la delincuencia.
Ahora, sale la elite, sale la jerarquía católica a rasgarse las vestiduras, a pedir al Gobierno Venezolano saque su fuerza represiva contra el Pueblo “delincuente” que vive en barrios, fábelas miserables, mientras ellos viven en mansiones.
Cuando sienten el pavor de la muerte muy cerca de la “chusma” que ellos mismos han creado, se acuerdan que son humanos, pero jamás se preguntan si los miles de seres sometidos a condiciones infrahumanas son humanos.
La elite egoísta, hipócrita, sin dolor humano vive las delicias de la vida por el sudor dado por la mayoría, no conforme con eso, crea leyes represivas para la mayoría, mas no para ella, pues al cometer un delito con dinero compra su inocencia, crea la IMPUNIDAD.
Es la doble moral que a diario nos invade, un vil puede ser un santo o un diablo, todo depende si tiene poder económico o no.
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